miércoles, 20 de febrero de 2013

Salmo 23


Psalms 23:1: Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Jehová es Dios, y es real, es mio pero de que forma es mio? De que forma pienso en Jehová cuando lo recuerdo o lo requiero o cuando me acerco a él?
De la misma forma que asimos algo cuando lo sujetamos fuertemente, así mismo asimos a todo aquellos que amamos y honramos, lo tomamos de un lugar específico; decimos:
Es mio porque yo lo compré, es mio porque me lo dieron a mi, es mi área porque soy experto en ello, es mio porque es mi esposo o esposa, es mio porque es MI pastor.
Esto tiene implicaciones claras y puntuales, en referencia a la relación de un pastor con su oveja, como que su oveja se deja pastorear por su pastor. Al establecer claramente esta relación, el entendimiento de que nada faltará, aunque en ese momento no estén, es por la confianza de uno en el otro. Porque en el momento justo cuando se necesite, el pastor va a proveer para su oveja lo necesario.

Psalms 23:2: En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
Me hará descansar, de mi camino, de mi trabajo, del dolor, de todo lo que me quite el descanse, el Señor me lo va a devolver en el lugar donde puedo comer y disfrutar de forma pacifica y delicada.
Una invitación abierta a que descanse del camino, "venid a mi los que estén cansados y trabajados y yo os haré descansar", venid acá, porque hay pastos y su cansancio tendrá fin dice el Señor. El conoce este dolor, lo cansando que es llevarlo sobre los hombros y luchar para seguir, pero no poder quitárselo de encima. Por esto el sabe donde y cuando vendrá el descanso para el alma sedienta de sueño reparador, de alimento que devuelva las fuerzas.


Pero una buena comida sin beber algo para bajarla no estaría bien, por eso dice que junto a aguas de reposo me pastoreará. Luego de descansar, de tomar alimento para el corazón, él en medio de mi reposo, se va a acercar a mi tendremos intimidad, el se acercará como pastor, para fungir como tal, me pastoreará, me va a mirar correr de alegría, reír de gusto y el sentirá mi alegría, y seremos como uno, él y yo, mi pastor y yo, el que ama mi alma y mi corazón de hombre. Traerá agua de vida nueva a mis sequedades, y voy a conocer mas y mas a mi pastor, porque estaremos juntos.

Psalms 23:3: Restaurará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Y después de una herida que hay? Después del dolor desgarrador que sigue? El conoce este dolor y va a restaurar mi alma dolida, va a levantar los muros caídos y cuidará de mi, porque no importa mucho como yo haya caído, lo que importa es que "siete veces cae el justo, mas Jehová le levanta". Esta es la naturaleza de nuestro pastor: ser restaurador. Muchos pueden dar consejos, abrazos, y genuinamente tratar de hacernos bien, pero nuestra alma raída quien la restaurará? Solo nuestro pastor quien es el que nos conoce realmente, pero hay algo mas, en medio de nuestra restauración, hay dirección, hay propósito para caminar por la senda de la justicia. En otras palabras el trae su identidad hasta nosotros, y somos igual a él, somos restauradores. Porque una vez que somos sanos y nuestras heridas han sanado, miramos a alguien en el mismo lugar donde una vez estuvimos, y por amor de su nombre, el amor que nos restauró, el que una vez nos amo y nos levantó, entonces vamos y levantamos las manos de alguien mas, y podemos dar un abrazo, pero distinto esta vez. Por amor de su nombre caminaremos la senda de lo que es justo, que todos conozcan este gran amor que salva, sana, restaura y levanta.

Psalms 23:4: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
No importa por donde camine, si la sombra de la muerte ronda cerca de mi, no importa, porque el pastor de mi alma está cerca de mi, y me guia. Y en muchos casos fuera el valle de la sombra de la muerte lo que nos quiera intimidar, es también el valle de la critica, el valle del rechazo, el valle de la burla, lo que nos acecha por llevar un mensaje de amor. Y nuestro esfuerzo es poca cosa, esta pasión por mostrar algo tan grande como el amor de Dios, es motivo de burla, su amor es algo desdeñable, y nuestras heridas son motivo de risa, el valle de los ojos altivos y el orgullo inquebrantable. Pero aunque todo esto se cierna sobre mi cabeza, no voy a temer nada, porque he conocido a mi pastor cara a cara, he estado a puerta cerrada con él en el lugar secreto, y he conocido su amor, su corrección, su guia, he visto su dolor por haberme alejado, he visto su alegría por haber llegado golpeado y sucio, he visto toda la esperanza en su rostro al darme un alimento fresco y agua para mi garganta, he sentido sus manos sobre las mias diciéndome "no te vayas nunca mas, hijo mio"... Conosco la vara de mi pastor, conosco ese brazo que me alcanzó del hoyo mas hondo, y no quiero alejarme nunca mas, su amor me tiene cautivo y ahora cuando pienso en correr lejos, aparece su mirada de amor, aparece otra vez el nudo en la garganta al ver su dolor por mi, y cobro animo, tomo aliento y no puedo alejarme, sé que el pastor, mi pastor, está cerca de mi, aunque pase por el valle de la sombra de muerte.

Psalms 23:5: Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Y para los que adoramos a Dios, recibimos una porción que no nos es quitada, nuestro amado que siempre estará con nosotros. Porque eres mi pastor, nos gozamos y nos alegramos, compartimos todo y no hay secretos entre nosotros. Y aun los que me angustian, los que me critican y me señalaban, van a ver como tu y yo somos uno, como ya no recuerdas mis caídas y me bendices como a tu hijo, como me cuidas, y el dolor ya no existe en mi rostro. Los que me angustian no quisieron creer lo que les dije acerca de su amor, ahora tu mismo les muestras cuan grande es tu amor por los que se arrepienten de su pecado y te siguen y se dejan pastorear por tu amor. Ven como tu aceite trae, felicidad a la vida y como tu unción llena toda mi vida, y no hay espacio para el reproche. Y de esta forma tu amor se muestra para que todo el que en ti cree no se pierda.

Psalms 23:6: Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Es clara algo, que a mi siempre me irá bien, porque nada me falta, porque he conocido su amor en intimidad, porque he sido corregido y alentado, porque he sigo guiado, porque me hizo descansar, beber y comer junto a él, porque Jehová es mi pastor, y nunca me ha faltado nada. Esta es su promesa para esta vida y para la venidera, que estaremos juntos por toda la eternidad.

2 comentarios: