sábado, 4 de enero de 2014

Ver las cosas que no son... Como si fueran!

Ayer compartí en la entrada anterior, algunos puntos sobre la fe y como funcionaba. Compartí una breve explicación acerca de que es la fe, y como se compone dentro de nosotros la fe, mediante la espera y el entendimiento.
Así mismo explicaba que la fe necesita un catalizador, y es ni mas ni menos que nuestras acciones. Porque, según nos expone Jacobo, la fe sin obras es muerta, por tanto, si tengo fe pero esta fe no es puesta en manifiesto por medio de lo que hago, entonces mi fe, no es mas que una idea que no da fruto alguno.

Veamos el caso de un muchacho que le gusta una muchacha. Este muchacho espera que la muchacha sea su novia, porque le gusta mucho, el joven la ve y trata de entender qué le gusta a la muchacha, mas linda que ha visto en toda su vida, porque a sus 14 años de vida nunca ha visto una mujer mas bella y simpática, es la muchacha de 13 años mas bella del mundo (¿o no pensamos así a esa edad?). Y tiene muy claro que va a ser el hombre más feliz del mundo cuando esté junto a ella, y ella será muy feliz con él.

Se han manifestado los dos motores principales de la fe, el está esperando algo que no se le confirmado, y el entiende bien que es lo que espera, también tiene muy claro que es lo que va a hacer con la joven cuando sean novios. Pareciera que todo está listo, pero no es así.
La fe no es algo estático, la fe, si es verdadera, indefectiblemente siempre va a querer moverse, va a querer ir hacia adentro de nosotros para tomar lo mejor de nosotros y va a querer ir hacia fuera para exponer lo mejor de nosotros. La fe hacia adentro se llama creencia, y la fe hacia fuera se llama intención. La fe cuando inicia su camino hacia el centro de nuestro ser, se convierte en la creencia mas grande y firme que podamos tener, se vuelve en nuestra realidad, la cual puede ser mas tangible que cualquier otra cosa que podamos ver o tocar, y después cuando emprende su viaje hacia el exterior, se convierte en las mas demoledora intención capaz de saltar montañas y atravesar océanos, los obstáculos, por grandes que sean, se convierten en algo temporal que está entre mi posición actual y mi verdadera vida, el lugar donde yo obtengo lo que es mío.

Ahora, con la clara idea de cómo se mueve nuestra fe, volvamos con nuestro joven y enamorado amigo, quien tiene todo para poder alcanzar lo que anhela, excepto por un detalle, el cual estoy seguro que cualquier mujer lo habrá adivinado ya. Al joven le falta dar el paso principal, el cual es declarar su amor! El amor puede estar allí genuinamente, pero es necesario manifestar su creencia de que ella es la mujer de su vida, exponer que él entiende, que juntos, pueden ser felices, y por su puesto, unas flores, unos chocolates, un oso de peluche, un regalo, el que sea, no va a llegar con las manos vacías, porque la fe sin obras es una fe muerta.

Podemos esperar pacientemente, entender claramente que es lo que haremos cuando tengamos eso que tanto anhelamos, está muy bien que creamos fervientemente en que si podemos lograr eso y tener todas las mejores y mas grandes intenciones para lograrlo, pero sin obras, no somos mas que los muertos de un cementerio, con sus grandes ideas, sueños y anhelos, descansando varios metros bajo tierra. Está bien creer y tener fe, pero es igual de importante movernos para obtener eso que sabemos que es nuestro, porque las cosas no llegan solas.
Dios te ha facultado con dones y habilidades, con las que has nacido y has tenido que desarrollar con el tiempo y la disciplina, y estas son herramientas para poder alcanzar lo que sueñas, lo que deseas y lo que necesitas. Tus dones son como “los pies y las manos” con las que tu fe va a acercarse y a alcanzar eso que tanto anhelas, y es que tus dones están íntimamente ligados con el propósito específico para tu vida, aquello por lo cual fuiste hecho y colocado en el lugar donde naciste y creciste y aunque ahora estés en un lugar y no entiendas nada, ten fe, sueña, trabaja por eso que crees que solamente tu puedes ver, porque solo así vas a llegar al entendimiento pleno del por qué estas acá en la tierra, y para que Dios te puso allí donde estas y mas importante, a donde te quiere llevar, a quienes te quiere acercar.
En las siguientes entradas les voy a comentar sobre como es que esos dones pueden llevarnos a entender el propósito de Dios para nosotros, aunque parezcan dones pequeños e insignificantes (para nosotros, pero no para los demás), también, como es que la falta de entendimiento de la diferencia entre nuestros sueños, nuestros deseos y nuestras necesidades hace que se estropee nuestro propósito en esta vida y se desperdicien nuestros excelentes dones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario