Siempre hablamos de la fe pero, realmente sabemos que es la fe, cómo se ejerce y cómo podemos estar seguros que tenemos una fe correcta o que por lo menos tenemos algo de fe?.
Para empezar todos tenemos fe, esa es una parte fundamental del razonamiento, y aunque parezca contradictorio así es, y paso a explicar.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” cita el verso bíblico. Ahora un poco mas lento y en leguaje mas genérico.
“Entonces la fe es, estar seguro, tener como cierto (certero) que mi espera va a llegar a un fin.” Pocas son las personas que conozco que pueden esperar pacientemente, y es que esta es una virtud poco común, pero muchos de los que gozan de tal virtud en situaciones de estrés o ansiedad ven su paciencia probada y hasta quebrantada. Esperar el nacimiento de un hijo, esperar un ser amado salga bien de una operación quirúrgica, esperar al hijo que llegue a casa sano y salvo por la noche, en fin, muchas son las formas en que puede ser probada nuestra habilidad para esperar.
El elemento que mas dificulta la espera es la duda. Nuestras mentes empiezan a trabajar a una velocidad vertiginosa, sacando conclusiones, muchas veces muy alejadas de la realidad, otras tomando como fuente la verdad mas a mano, pero siempre dando la entrada a ideas que promueven la desesperanza, el desaliento y hasta el dolor de la posible traición o la frustración de un fracaso que podría llegar a ser.
“La fe es tener pleno conocimiento de eso que, aunque no lo he visto ni tocado, ahora mismo lo conozco tanto que puedo definirlo, como algo tan real que puedo tocarlo.” Sería algo un poco difícil poder dar una descripción detallada de lo que no se conoce o que nunca se ha experimentado, pero cuando uno quiere algo, un sueño por ejemplo, se vuelve mas real que cualquier otra cosas que nos rodea y podemos describirlo claramente, porque tenemos conocimiento pleno de eso que anhelamos y esperamos, por esto es que la fe se manifiesta en dos "acciones", esperar y entender.
Viendo, ahora la fe de esta manera, podemos ver que siempre hemos tenido fe, porque esperamos que el autobús que tomamos nos lleve, sin falta a nuestro destino, pero la verdad no hay nada tangible que demuestre que efectivamente ese autobús llegará a su destino, pero aún así lo tomamos, porque conocemos su ruta y la entendemos.

Cuando invertimos dinero en un negocio, esperamos que todo salga según lo planeado porque conocemos el negocio y la forma en que se maneja, y apostamos a nuestra fe en ello para poder ganar mas dinero. Todos tenemos fe. Y cuando conocemos a Jesucristo, nuestra fe encuentra a su creador,
al autor y consumador
de la fe. En quien esperamos que nos venga a rescatar el día malo, en quien esperamos nos ayude en lo que hacemos y tenga cuidado de nosotros y aunque no lo hemos visto ni tocado con nuestras manos lo conocemos realmente como es él.
Padre eterno, Dios fuerte, Consejero, Admirable, y entre otros nombres que apelan a su amor y cuidado por nosotros.
Pero como se puede esperar? y como se puede conocer? Pues ejercitando la fe! Un ejemplo, en las empresas importantes siempre tienen la visión y la misión en donde todo el mundo pueda verlas y hacen que sus empleados la aprendan y que la entiendan, esto tiene como fin que los empleados sepan a donde van y que es lo que deben esperar como fruto de su trabajo individual y como equipo. La visión les da dirección y les dice que esperar, la misión les dice cual es el camino que deben andar para poder llegar a esa visión.
Entonces tenemos descrita la certeza de una espera, y el entendimiento pleno de eso que esperamos, que aunque no lo tenemos ahora, va a venir. Pero falta algo acá… Y esto no es más que TRABAJO!
Si en una empresa alguien se sabe la visión, y la misión de memoria y las expone brillantemente, si no trabaja no sirve de nada que sepa muy bien, o que crea en ellas, por eso dice la biblia, que la fe sin obras es muerta, porque nada se puede hacer si se cree en eso pero no se trabaja para alcanzarlo, y deja que la mente divague en el limbo de las ideas y que se abra la puerta a la duda y lo corrompa todo aun a nosotros mismos.
Por ahora creo que me he extendido un poco, pero voy a seguir mañana para explicar como se manifiesta nuestra fe.
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